Pintar un mueble para la cocina en sencillos pasos

Nueva entrada en nuestro blog. Como ya os comentamos en la anterior, nos encanta reutilizar objetos antiguos y decorar los nuevos. Personalizar cualquier cosa de nuestro hogar para poder darle un toque distinto y único a nuestra casa.

Nos hace sentir más a gusto, ¿verdad? Al fin y al cabo, estamos consiguiendo que nuestro hogar, el lugar donde vivimos, hable sobre nosotros, muestre nuestra personalidad.

Como decimos, tras haber restaurado una lámpara antigua en el anterior post, en esta ocasión nos gustaría centrarnos en cómo pintar y decorar un mueble para la cocina. Vas a descubrir que podemos llevarlo a cabo de forma sencilla y en muy pocos pasos. ¡Comenzamos!

• Lo primero de todo, hemos escogido este mueble de nuestra tienda, un estante ideal para guardar las especias, además de disponer de espacio para el rollo de cocina o de albal
• Al trabajar sobre una madera virgen, lo más conveniente es que empecemos aplicando una suave mano de lija, de forma que toda la superficie quede suave y uniforme
• En nuestro caso, hemos escogido el color verde. ¿Cuál va a ser el tuyo? Para poder llevar a cabo esta tarea, nos hemos valido de un bote de pintura acrílica, ideal para el trabajo que nos ocupa
• Por encima y utilizando una pintura blanca aguada le he dado una fina capa por diferentes sitios. Eso sí, en otros he apostado por una mayor intensidad
• En este punto he vuelto a la tienda online de Las Cosinas de la Tata para conseguir unas servilletas de decoupage
• He procedido a recortar las gallinas de la servilleta con cuidado, pegándolas a lo largo del mueble en las zonas donde más me interesaba. ¿Qué motivos vas a escoger tú? ¡Seguro que eliges genial!
• Recuerda que, para poder proteger al máximo, es necesario aplicar una fina capa de barniz. De esta forma, los motivos decorativos presentarán una imagen perfecta durante muchísimo más tiempo
• ¡Solo quedan dos simples pasos para terminar de decorar nuestro mueble de cocina! El primero, volvemos a dar una mano de lija, muy muy suave, de manera que la superficie no presente ningún punto rugoso al tacto
• Para terminar, aplicaremos una capa de cera blanca. La razón no es otra que otorgar al mueble de una suavidad superior al tacto. Así de sencillo.

¿Qué os ha parecido? Seguro que lo habéis encontrado súper fácil, ¿verdad? Y lo que es más importante: ¡Original!